jueves, 2 de julio de 2009

The Man in The Mirror... el cambio comienza en nosotros mismos.

Dice un viejo refrán: "Del árbol caído, todos hacen leña". Así suele suceder cuando alguien muere o le sucede algo e inmediatamente se convierte en la comidilla de la sociedad. Se esparce la mala noticia y la gente comienza a especular, a inventar, añadiendo y quitando a la historia a su antojo. De lo que se comenta, lamentablemente, lo primero en señalarse es lo negativo, lo dañino. Y son las figuras públicas las más propensas a este tipo de señalamientos. Hace unos días atrás, una semana para ser exactos, el mundo entero se estremeció con la partida de Michael Jackson.

La cantidad de noticieros de todas partes que han cubierto la noticia, es incontable. Y todos dicen lo mismo. Que si las drogas que ingería, que si la deuda que tenía, la serie de conciertos, los casos en corte. En fin, todo lo negativo que atormentó la vida de este muchacho-niño-hombre.

Ahora bien, muy pocos mencionaron las cosas positivas, si mencionaron su extraordinario talento, más no su labor humanitaria. Su iniciativa al comienzo de la década de los ´80 para tratar de acabar con el hambre en África. ¡Eso sí que fue extraordinario! Pues de igual manera que imitaban sus pasos de baile, su música, su estilo al vestir; de esa misma forma se levantó una ola de conciencia de que había que hacer algo para salvar vidas en África y el mundo. Canciones como: "USA for Africa", "Heal the World" y "Man in the Mirror", entre otras, demostraron su gran preocupación por la situación mundial y su amor por la Naturaleza.

Un pedazo de mi corazón y el de muchos fanáticos estará siempre reservado para él. Para ese chico de carita dulce y ojitos alegres, que con el tiempo se tornó en un hombre tímido, retraido, acomplejado y triste. Después de las luces del espectáculo, sólo queda la soledad. El brillo de la fama, es pasajero. Y lo que debe prevalecer en la mente de todos, es la buena obra, los buenos gestos. Esa, es a mi parecer, la gran gesta de Michael Jackson, su gran legado. Crear conciencia de que si queremos cambiar el mundo en que vivimos, tenemos que comenzar por cambiarnos a nosotros mismos primero...

¡Descanza en paz, "Rey del Pop"! Descanza en paz hombre con alma de niño...!