Dios en su infinita bondad nos ha dotado a todos y todas de grandes dones y habilidades. Nuestra creatividad tanto para invetar cosas que nos hagan la vida más llevadera, como para entretenernos, es asombrosa. Pero así como nos dio estos dones, también nos orotorgó un poder, el más grande de todos: el libre albedrío. Esa capacidad para elegir entre lo bueno y lo malo, lo correcto y lo incorrecto.
Es ese mismo albedrío el que en ocasiones nos hace tomar las más certeras decisiones y las más funestas también...
Hace 66 años, el mundo estaba en guerra (¿Cuándo no lo ha estado?) Las potencias mundiales luchando, como siempre, por el poder. Una decisión funesta tomó un líder, Harry Truman, había que acabar de una vez con el conflicto. "¡Hagámoslo, pues!". Y así el 6 y 9 de agosto de 1945, fueron lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki: dos torpedos letales llamados sarcásticamente el "Niño pequeño" (Little Boy) y el "Hombre gordo" (Fat Man), respectivamente. Un gran hongo de humo químico rediactivo se dispersó eliminando de la faz de la tierra a 140, 000 persona en Hiroshima y 80,000 en Nagasaki a partir del bombardeo; y contaminando millas y millas de terreno fértil.
"El proyecto Manhathan", que no es solo el título de una película holiwoodense de los 80's, sino tambén el nombre del proyecto que lanzó las bombas; había sido todo un éxito. El resultado inmediato, la rendición de Japón.
El efecto fue devastador, pues quienes no mirieron al instante por el calor y la presión del estallido, murieron poco a poco de cáncer y daño a nivel celular. Todavía los efectos se están sintiendo...
Lo que comenzó como una propuesta de Einstein como "importante fuente de energía", se convirtió en el más poderoso exterminador de la raza humana: la Bomba Atómica.
El poder de dicidir, siempre ha estado y estará en manos del ser humano. Luchemos, reflexionemos, actuemos para que no se repita la historia. Hace 66 años, fue en Japón. Mañana podría ser en el patio de nuestras casas...
Si quieres leer más sobre el tema te recomiendo las siguentes páginas:
¡Hasta la próxima!