miércoles, 17 de octubre de 2007

Así también educamos...

¿Alguna vez has sentido hambre? Tanta hambre que al momento de comer, por fin, este mismo dolor o malestar no te permita disfrutar de los alimentos. Alguna vez, ¿has sufrido un mareo, por no comer a tiempo y tus niveles de azúcar bajan a tal extremo que podrías perder el sentido? ¿Sabes qué es ser pobre? ¿Sabes lo que es no tener un techo que te cobije?

Esas sensaciones son cosa de todos los días para niños, niñas, adultos y envejecientes de África y otros países bajos. Tal vez no tengamos que ir tan lejos para conocer o ver estas escenas. Sólo nos debe bastar con saber que en estos momentos en que yo escribo o en el momento en que tu estés leyendo lo que escribo; alguien estará muriendo de hambre. Alguien estará durmiendo bajo un puente o bajo las estrellas...

Hoy, muchos países del mundo en conjunto con la ONU hemos decidido levantar nuestra voz contra la pobreza. La igualdad entre los seres humanos debe imperar por sobre todos los intereses individuales. Sin embargo, nunca ha sido así. Desde pequeños se nos enseña que debemos compartir y dar de lo que tenemos y no de lo que nos sobra. Sin embargo, nunca ha sido así.

Hoy, una vez más, al igual que el año pasado, el Colegio San Antonio de Isabela hizo momentaneamente a un lado sus labores académicas, para dar paso a la educación para la vida. Esa educación que nos acompañará hasta el útimo día de nuestro paso por este mundo. Esa educación que no permanecerá escrita como calificaciones en una tarjeta acumulativa; sino que será la educación que dé forma al espíritu, a los valores de las futuras generaciones.

Una vez más, Colegio, has hecho historia... Así también educamos...



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