viernes, 18 de julio de 2008

"Coming out of the dark..."

Después de una tormenta, ciertamente, llega la calma. Así como un día soleado se torna oscuro y tenebroso para más tarde o al día siguiente volver a aclarar; así son nuestros días. De pronto la calma, la paz se esfuma y nos vemos girando en una vorágine de incertidumbres, pesares y temores tan inmensos que nos hacen pensar que nunca recobraremos esa tranquilidad. Sin embargo, nada es para siempre y todo va regresando a su lugar. Tarde o temprano, todo pasa.
Mas no debemos pensar en el sufrimiento únicamente. Siempre he pensado, y aunque yo misma a veces no me lo aplico, que de las situaciones negativas, podemos obtener algunas positivas. Y es precisamente, de este gran susto del que mi familia y yo estamos saliendo del cual he obtenido lo positivo. ¿Y qué cosas son esas? Primeramente, reflexionar sobre la brevedad de la vida. El tiempo que no pasamos con los seres queridos, sa va y no regresa jamás. Así que debemos aprovechar cada instante con ellos para luego no lamentarlo. Y aunque compartamos constantemente, nunca debemos dejarlo de hacer. Además, he podido experimentar el cariño, el amor y la solidaridad de casi todo un pueblo, al demostrarnos su apoyo en este momento difícil. No estuvimos solos en ningún tramo de este pedregoso camino, pues cuando sentíamos que nos caíamos, siempre algún familiar, algún amigo cercano o lejano, o algún desconocido, nos tendió la mano y nos levantó. Es ahí que está reflejada la bondad Infinita de Dios y su presencia. ¡Mil gracias! No me cansaré de darlas.
Como gran resultado de esta travesía: mi fe en Dios se ha fortalecido, se ha reafirmado. Estaba en mí, más yo no la sentía tan fuerte como en estos momentos en que estamos "saliendo de la oscuridad..."
Todo el que ha pasado por un momento difícil, sabe lo que estoy sintiendo en estos instantes. Bendiciones...

Esta canción de Gloria Estefan, lo dice todo...



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